[CTL] Montaña Secreta, Donde Abundan los Tiburones (Torneo de Oneiromaquia)

Lo que creían iban a ser unas relajantes vacaciones en la montaña, con pistas de esquí, pisto y concursos de bikini, se deshizo rotundamente cuando despertaron los tiburones de entre la nieve. El terror cae en la montaña ya que no se sabe quién será la siguiente víctima, pero lo que sí se sabe es que solo dos de ustedes podrán escapar de esta pesadilla.

Orden de iniciativas:
1. Sigrún
2. Malayerba
3. Ragnar
4. Tú

Instrucciones: Los 4 participantes pueden rolear libremente en la escena. Comenten con una acción de combate onírico (indiquen el tipo de ataque y si es directo, incluir el skill). Sean lo más descriptivos posibles ya que los únicos modificadores a sus ataques se basarán en creatividad, sinergia con sus compañeros, uso de la temática y originalidad. Una vez que se publiquen las 4 acciones narración hará las tiradas necesarias y dará los resultados del turno. Después de la retro se contará con 24 horas para responder con la siguiente ronda de acciones.

Es un día soleado de invierno y la montaña se encuentra apacible... cuando de pronto, un viento gélido comienza a correr, inundando los sentidos de los presentes. Los tiburones, haciendo acto de presencia y mordiendo todo a su paso, se acercan peligrosamente a las orillas, donde la poca gente observa aterrorizada.

Mientras la brisa helada se extiende en una neblina intensa, se escuchan los remos furiosos chocando contra la nieve que se ha agitado por la tormenta helada. Del fondo, emerge un navío de madera, sus velas colgando frágilmente de las astas y, en la punta del barco, la silueta conocida de una rubia sujeta con cadenas de hielo a la madera desgastada. Sus ojos de lagarto brillan y las escamas comienzan a reflejar lo blanco de la nieve y lo gris de los tiburones, más lo que llama la atención es la lanza que blande en sus manos, sujeta con delicadas tiras de hielo. La punta brilla, apuntando hacia el frente y amenazando con su sola presencia

(Esto será un ataque ambiental, usando la nieve como una avalancha dirigida, llevándose a los tiburones entre el movimiento)

Desde lo alto de una montaña vecina y a la sombra de un arbol marchito y enorme, Malayerba sonrié torvamente debajo de su sombrero de paja. La avalancha ha comenzado en la fecha predicha y gran desgracia caerá sobre aquellos que no esperaban lo evidente: que todo sueño es una bestia acechante esperando el momento adecuado para tornarse en pesadilla.

De un salto, el Obscuro baja de la roca en la que estaba cavilando y abre en par el Tomo de Todos los Ritos, sosteniendo el ancestral grimorio en una mano. Con la otra, Malayerba levanta su sombrero exponiendo su car--(lo cual es oculto por una parvada de avechuchas escapando de la avalancha a fuera-de-cámara)--lviendo a colocar el sombrero en su cabeza tras arrojar un puñado de pequeñas florecillas vivas y aterrorizadas las cuales piden clemencia a gritos.

Toma en su mano un objeto del mas alto poder místico, un recipiente metálico y negro como el alma de Karlov, con el ancestral sigilio del Caballero de la Noche y la leyenda en Arcadiano que (en una traducción burda) lee "Repelente de Tiburones". Y comienza a realizar invocaciones en algo que parece una mezcla entre la Lengua Obscura de Mordor y un Alemán molesto. Con cada frase, brinca sobre una de las forecillas, haciendola explotar en un grito agónico y un líquido viscoso y carmesí bajo sus pies descalzos. Tras sacrificar a todas las flores, Malayerba toma el Repelente de Tiburones y lo unta en la sangre floral derramada en un solo movimiento. Levanta la vista exponiendo sus dientes que ahora parecen mas afilados, sucios y serrados y pronuncia:

"Viento del Norte, Heraldo del Gran Miedo, el Miedo a la Muerte por Venir! Danos tu fuerza a este rito y demuestra que nadie es mas fuerte que tu! Lleva esta ancestral verdad a oídos de nuestros enemigos: Lo opuesto de la repulsión es la atracción. Y lo que mas atrae a los tiburones... es la sangre de inocentes!!!"

Da tres vueltas al Repelente de Tiburones untado en sangre y finalmente lo voltea, invirtiendo la polaridad del efecto y transmutándolo en Atrayante de Tiburones, expeliendo su contenido como una marea infinita de murciélagos de humo chirriantes portando la sangre de los inocentes en dirección de los Vikingae. Por un segundo pareciera que un gran cuervo esquelético de viento impulsa con sus alas a los mismos.

Tras ello, Malayerba da una patada en el costado a Tú para despertarlo y lo observa con ojos blancos y frenéticos: "Venga, Tú! Es hora de cazar!". El Obscuro ríe como desquiciado.

*****

El efecto es una tirada usando Wits+Occult, gastando Glamour para subir Wits, para el siguiente efecto: contrarrestar el ataque ambiental de Sigrun + embarrar a los Vikingos de Atrayante de Tiburones.

¿Como estoy aquí? Los ojos pequeños y obscuros de Tú se abren, impresionados por el tamaño y ferocidad de la Avalancha Mordiente.¡¿Malayerba, MALAYEEEEEEEERBA?!

Abrazando al anciano, y usando sus propias alas como escudo, Tú trata de proteger a Malayerba del primer ataque de los tiburones. La nieve lo cubre y sepulta, y se puede ver donde pedazos de su piel gris, endurecida, son arrancadas por las feroces dentelladas de las Frías Sonrisas de que deslizan pendiente abajo. La nieve es salpicada aqui y allá de la sangre del Ogro, pero Malayerba es mantenido a salvo, protegido en el abrazo pétreo de Tú, que ha seguido de nuevo el impulso de su corazón, buscando salvar a su mas cercano amigo.  

Es una defensa ambiental, combinada con el poder de Stonebones, que me da armadura extra gastando glamour. Tú trata de evitar que Malayerba sea lastimado de alguna forma, no lo quiere ver herido.

Desde el gran barco vikingo, detrás de la valquiria que anuncia la llegada de los nórdicos, una estatua de hielo  hace resonar en las lejanías el estruendo del hielo quebrado con dolor, un dolor más allá del físico, un dolor frió de lleno tristeza y soledad. Así como la escultura de hielo comienza a ganar movilidad, el hielo empieza a agruparse en sus manos, la nieve se reúne en ellas y cristaliza compactándose en un material más cercano al diamante y menos como hielo, el cual toma forma rápidamente, convirtiéndose en un par de cristalinas hachas con bordes irregulares que imitan a los dientes de los tiburones, siete filas de filosas púas adornando con su claro brillo en lo que parecen ser dos hachas dobles de dos cabezas, que rivalizan en ferocidad con el atuendo de un guerrero vikingo que muestra siglos de batallas interminables, batallas en las que encontró la muerte en repetidas ocasiones.

Los tiburones se aproximan al barco a toda velocidad "¡Hermanos gélidos!" grita el hombre de hielo "yo sé por qué vienen; no es por comida pues en éste no encontrarán más que hielo, es por el placer de la caza, el saber quién e superior mediante la fuerza, la pasión de encontrar a alguien y hacerle sentir lo que nos aqueja mientras desgarramos su piel ¡les enseñaré lo que es una batalla!" con sorprendente agilidad para una estatua el nórdico se lanza a la nieve, que lo recibe como el océano, perdiéndose en su blancura, por unos instantes en lo que la superficie se estremece con una batalla interna.

Entonces la calma aparece, pero es sólo efímera, pues de entre la nieve resurge Ragnar lentamente avanzando sin mover los hombros, como si el hombre no estuviera caminado pero aumentando su velocidad continuamente.

"¡Soy Ragnar hijo de Odin! y a ustedes hermanos vikingos, vengo a hacerles el favor de llevarlos a conocer a nuestro padre, quien con Freke y Gere gobierna los salones del Valhalla... ¡así como yo con Aslaug y Lagertha gobierno estas montañas!"

El vikingo se aproximaba a gran velocidad sobre las aletas laterales de dos gigantescos tiburones de hielo, apresados por cadenas de congelada agua cristalizada, que empuña con facilidad en una sola mano sin soltar un hacha.

"¡Vamos hermanos que no hay mejor carne que la de un ogro!, y ¡no hay mejor batalla que la termina en muerte!" grita el vikingo mientras agita su mano libre empuñando el hacha.

(Es una tirada de intimidación, impulsada por kith, para usarl los tiburones como un ataque en contra de Tú y si se da la ocasión meter hachazos también, because that's my thing.)

Éxitos obtenidos en,

Tirada de Sigrún: 2 éxitos
Tirada de Malayerba: 3 éxitos
Tirada de Ragnar: 3 éxitos
Tirada de Tú: 0 éxitos

Resolución:

¡¡AVALANCHAAA!!

Tonelada tras tonelada de nieve desciende hambrientamente en dirección del brujo y la gárgola, llena de rocas y de enormes tiburones que han sido atrapados en el caos. Entre enormes pasos y saltos avanza Tú, y es el poder de sus puños y cuerpo quien mueve todo aquello que se interponga entre su masa y su amigo. Aunque sus heridas no son graves, Malayerba se ha aferrado al enterrar sus desnudos pies en los espacios entre las rocas. Su tono se ha vuelto un enfermizo verde con manchas azules.

El brujo no se rinde ante la apertura, y bajo el cobijo de las alas de su acompañante arroja palabras profanas de un poder perenne. Es una oscuridad con trazos sanguinarios, y en efecto, el dictum se vuelve cierto cuando los tiburones montan marcha arriba contra la nieve como si fuesen torpedos. Grandes zurcos quedan formados a través de nieve y piedra en lo que las bestias se abren paso. La carcajada ha ensordecido cualquier otro ruido externo, aunque fuese por ligeros momentos.

Las palabras del guerrero nórdico son el ardor adecuado para animar a los Einherjer, y los guerreros se alzan y descienden del barco a manera de carga. Vísceras y aletas vuelan por doquier, pero una de las bestias logra hundir sus serrados dientes en el hombro de La Valquiria. Aún bañada en sangre, ella lo perfora a manera de brocheta, y con un grito de guerra lo arroja hacia el precipicio infinito.

Derribado pero jamás derrotado, los tiburones montura se desintegran tras repetidos impactos, pero Ragnar desciende con la ayuda de un enorme peñazco oportuno. Un golpe de Tú es más que suficiente para hacerlo pedazos, pero no anticipó el brinco del Hijo de Odín, quien hunde ambas hachas en sus hombros. Aunque la sangre brota a borbotones, su piel se cierra en un par de latidos. Hecho un monumento, Tú ya no necesita estar de rodillas: la velocidad de los escombros hace que todo se haga añicos al impactar contra él.


Pérdida de Voluntad,

Sigrún: 3
Malayerba: 2
Ragnar: 0
Tú: 3

Continúen.

“Esto no se convertirá en una fiesta si no tenemos más invitados… De los salones del Valhalla regresarán todos aquellos que alguna vez han peleado!! a su lado y en contra, para llevarlos consigo, todo aquel caído se alzará para indicar el fin de su tiempo en este lugar, así lo marca el Ragnarok, lo muertos se alzarán y caminarán sobre la tierra!! Así lo inició yo, Ragnar hijo de Odin!!”

De la nieve comienzan a surgir manos, que se aferran a la nieve para impulsarse a salir y mostrar sus ambulantes cadáveres hechos de hielo, aquellos que los amaron los sujetan con sus helados cuerpos que congelan la piel y la sangre con al toque. Aquellos que los odiaron arremeten contra ellos de maneras brutales empuñando armas nórdicas cuales salvajes vikingos berserkers. Acabando una vez más con sus seres queridos frente a sus ojos.

“Ahora deberán escoger, el dolor de sus amados una vez más, mientras intentan protegerse, o defenderos y recibir el castigo con su propia carne… yo ya he escogido desde hace mucho y su sufrimiento será mi gloria…” Mientras el vikingo se acerca, envía las cabezas de las esculturas hacia sus  oponentes de un solo hachazo, y destruye de un solo hachazo las esculturas de hielo de los muertos que se han levantado que se encuentran a su paso, quienes gritan aun cuando solo quedan diminutos fragmentos de ellos regados por la nieve.

(Estoy usando Weaponry+Strength con hachas, o Crafts para levantar a las estatuas no sé cuál apliqué, prefiero la de las hachas obviamente =p de cualquier manera va sobre Malahierba *dato curioso: Ragnar era un escultor de hielo Y LARPero antes de ir a Arcadia*)

¡Graaaaaagh!
¡Malayerba,  ten cuidado!
¡Tú te protegerá!

El ogro sube al perdido  a su espalda, usando las alas para evitar que las manos alcancen a su marchito compañero. Las manos y los pedazos de hielo golpean aquí y allá al Ogro, aunque el frío no logra pasar su pétrea piel. Las armas, al estrellarse sobre sus brazos y espada, no parecen hacerle realmente daño.
Tú empieza a correr por el campo cubierto de estatuas de hielo, de guerreros y armas cristalinas, abriéndose paso con su masa.
El brujo marchito susurra algo a su oído, y la mirada del bruto barre el campo, hasta encontrar a la valkyria.
Los ojos de Tú se clavan en ella, y empieza a correr, mientras en su cara una mueca sardónica deja ver los enromes dientes del Ogro.  
¡Hermosa Sigrún!
Los pasos largos y pesados del enorme perdido empiezan a retumbar, y a lo largo de la pendiente, la nieve se empieza a sacudir en pulsos, acompañando los pasos cada vez mas rápidos de el Ogro.
¡Sigrún, voy por ti!
Entre la nieve y el hielo, la gárgola ignora las heridas y golpes, enfocándose en la lejana dragonessa.
Y entonces, el Ogro Salta.
Activando el Pursuer's Seven-League Leap, 1 glamour
¡Sigrún, DESPIERTAAAAAAAAAA!
Una pequeña sombra negra salta de la espalda de Tú, mientras el Ogro ataca con toda la fortaleza de su músculos a Sigrún

La tirada es Strength + Brawl=8, usando de forma reflexiva el Manto de la Aurora 000, que agrega +3 a la tirada y  un punto de Voluntad, para  otro +3, mas utilizando la bendición del Ogro para quemar un punto de glamour para aumentar su tirada en +1.

Malayerba escupe un diente afilado, se toma bien del sombrero y despega de la espalda de Tú en un salto imposiblemente alto. Desde las alturas y casi llegando a las nubes grises que rodean todo, el caos del campo de batalla es hermoso. El blanco interminable de las montañas salpicado por la sangre de un carmesí brillante en complejos patrones tejidos por tiburones, inocentes y los cuatro Perdidos luchando por tratar de destruirse de manera onírica. Un lienzo blanco con una obra sangrienta.

Al ver el lienzo de tal forma, el Brujo extiende sus dedos coronados por uñas largas y sucias y comienza a mojar sus puntas en la sangre tan cercana en su lejanía y traza de nuevo los patrones, untando nuevas líneas rojas en la nieve que recorren la forma de formas obscuras y aberrantes. Otro arcanista podría apreciar que está trazando en el lienzo del campo de batalla el gran y complejo sigilio de invocación que conformará su siguiente ataque. En el centro de una red de arcanos trazos, la Valquiria. La hija de Dragones. Sigrún.

En ese preciso momento al terminar su sigilo, Malayerba se pierde sobre las nubes grises. Por alrededor de lo que pasa por un par de minutos, las nubes fueron adquiriendo un tono cada vez más obscuro, relámpagos verdes y rojos comenzando a observarse zurcar iracundos entre las mismas a todo lo largo del horizonte. Un vórtice se comienza a formar en las mismas con runas y sigilos trazados palpitando con energías místicas terribles. Y en un instante ominoso y con el bramido de una bestia titánica---

Nota del Editor: ¿Pero qué ocurrió entre las nubes? No lo sabremos con certeza nunca. Pero posteriormente a la batalla, la quimera onírica de un tiburón alado que sobrevivió al devastador y cataclísmico combate, relataría que percibió al Perdido susurrar a los oídos de las nubes, pronunciando conjuros indecibles y palabras de poder. Mientras hacía esto, metía sus pequeñas y sucias manos en las nubes para extraer algo de ellas y al tenerlo, decirle algo y arrojarlo hacia el suelo rompiendo el vórtice de obscuridad y relámpago desplomando el contenido de la pesadilla sobre el suelo y la pobre Sigrún esperando ahí abajo. La hipótesis del Tiburón –que a la postre se volvería un escolar onírico con el tiempo- es que Malayerba percibió que si este era un paraje nevado lleno de tiburones, eso significa que las nubes mismas estaban cargadas a reventar de nieve y tiburones y que con la manipulación mística de los mismos pudo lograr lo acontecido. Mas allá de eso, el Tiburón no dese hablar y parece incómodo de recordar el evento.

---el vórtice se abre y expulsa una tormenta horrenda de peñascos nevados y tiburones sanguinarios! Entre relámpagos y truenos, Malayerba monta la avalancha que desciende del cielo nublado y lleno de odio, señalando con su bastón la figura heroica de Sigrún en el cada vez más cercano horizonte. Al observarla, los tiburones comienzan a espumear de sus fauces, sus pequeños ojuelos se tornan de negro a rojo brillante y descienden con un renovado ahínco. Cuando están a rango de vista de Sigrún, una transformación horrible tiene lugar en los rostros de los tiburones. Ninguno de los otros tres Perdidos –ni siquiera Malayerba- tiene oportunidad de ver lo que sucedió por la precipitosa naturaleza de la avalancha. Pero los ojos de Sigrún observan claramente el sello que marca el cambio de un sueño a una pesadilla: todos los tiburones tenían el rostro, muerto y con la boca distendida en un grito sordo, de una persona. Su padre.

+++

La tirada es con 13 dados antes de Bonos, Defensa o Armadura: Wits+Occult+Wyrd+Blessing de Seeming (3+4+3+3). La intención es desplegar un rito que tome la carga de las nubes (evidentemente tiburones y nieve), cargarlos del concepto arquetipico y mutable del horror personal y focalizarlo como un nuke-from-orbit sobre Sigrun.

(HIJO DE PUUUUU...!!)
Sigrún en su somnolencia veía como se iban acercando a ella, cómo Tú gritaba su nombre y se avalanzaba sobre su cuerpo atado al barco vikingo, las cadenas seguían aprisionando su cuerpo por la cintura y los tobillos y de repente, ya no más.

El candor de la batalla despertó a la Valquiria y ella, en un movimiento, se subió a la punta del barco y esta vez, dirigía la batalla tras de sí, como tantas veces lo hizo. Mientras abría su boca en gritos silenciosos, del cielo comenzaron a formarse varias figuras que en gritos bajaron hacia ella, rodeándola. Cuando se ven de cerca, son varias mujeres vestidas en túnica, que bajan montadas en criaturas míticas de colores brillanets y llamativos.

Cuando Sigrún recupera su voz, un grito fúrico sale de su garganta e invade el aire a su alrededor, sus hermanas guerreras responden al grito con uno similar y, al unísono, se lanzan al ataque de sus enemigos, con las puntas brillantes de sus lanzas por delante...

- pam pam pam pam paaaam PAM PAM PAM PAM PAAAAM pam pam pam pam paaaam PAM AM PAM PAAAAM -

(Es un ataque personal a Tú de Dex+Weaponry+Wyrd (son 12 dados, especialidad Lanzas y mi estilo de pelea me permite atacar primero si soy atacada con armas más cortas. Las otras Valquirias son por los viejos tiempos)

Éxitos obtenidos en,

Tirada de Sigrún: 1 éxito
Tirada de Malayerba: 6 éxitos
Tirada de Ragnar: 3 éxitos
Tirada de Tú: 4 éxitos

Resolución:



TUM. TUM. TUM.

Cada paso hace retumbar a la montaña misma, y el ogro se abre paso a una velocidad que parece aumentar sin importar inclinación, obstáculo o proyectil que lo impacte. Repentinamente Tú deja atrás a un perplejo Hijo de Odín, y para cuando éste arremetió con un hacha, su adversario ha tomado vuelo: de un enorme brinco se dirige hacia la valquiria, pero Moisés Malayerba ha desaparecido de sus hombros.

El firmamento parece haber sido envenenado. El blanco inmaculado toma una tonalidad gris enfermiza, y las nubes parecen gemir en dolor a la par que los tiburones descienden como un bombardeo de guerra; sin embargo, rayos de luz responden ante las palabras profanas al hacer miles de agujeros en lo alto. Miles de agujeros de luz forman un contraste, y la lucha se libra tanto en tierra como en los aires.

Sígrun tiene el terreno alto y la longitud de su lanza como ventajas, y la hoja de la lanza se clava justo en el pecho de su enorme adversario. Frena de golpe...¡pero no se detiene! Da un paso, da dos y la lanza se parte a la mitad, por lo que La Valquiria cae dentro del barco dragón y sobre el cuerpo de sus hermanos de guerra. Cuando ella recupera el aliento, sólo puede ver caer una infinidad de bestias, aberraciones con un familiar rostro humano de dientes serrados. Por segundos, ella juraría que sus músculos faciales tienen la agonía que una muerte lenta y agonizante deja impresa.


Los ojos de Ragnar y Malayerba son aquellos que  atestiguan como la parte superior de la montaña se desploma por completo. El barco comienza a caer junto con la enormidad del pico de la montaña, y el cuerpo de la Reina del Ocaso no se ve entre la ola de destrucción que cae de los cielos.

Ragnar suelta un bramido de ira ante la caída de su hermana de batalla. Éste clava ambas hachas en una cabeza de hielo tan grande que eclipsaría a la gárgola con facilidad, y con dos furiosos giros la arroja en su dirección. Apenas voltea Tú se percata que ese bloque lo fulminaría, que lo partiría en dos aún y con su coraza.

Cuando él baja los brazos, se ha dado cuenta que el frío abismal se ha ido, que no hay más tiburones ni muertos vivientes. Solamente la sensación de una escarcha invisible en su cuerpo.

Pérdida de Voluntad,

Sigrún: 6 (Fuerza de Voluntad excedida)
Malayerba: 0
Ragnar: 0
Tú: 0

El equipo conformado por Moisés Malayerba y Tú pasa a la siguiente ronda.

El grito de Ragnar pasa de furia a angustia, reviviendo momentos de quien cayó en batalla hace mucho. Y solamente por no querer verla caer jura sin el clásico extraño acento que lo caracteriza, con una voz común que ni siquiera denota un origen “La fuerza de mi alma será tuya hermana, para que tu mano nunca tiemble, y tu cuerpo siga sin importar cuan cansado, impulsado con por mi voluntad.”

De entre los muertos caminantes cercanos al barco surge un vikingo similar a Ragnar sus matices similares, casi idénticos pero aun así se puede ver que es alguien distinto. Este la saca de entre de las bestias abriéndose paso rápidamente y la lleva con su hermano.

“¿Cuándo caemos a donde vamos hermana? cuando alcanzamos la gloria no hay otro lugar que llamar hogar…” afirma el vikingo con los ojos inundados de tristeza, pero con la mirada nublada, como viendo a alguien más.

Al vikingo se le escapa una lágrima que corre por su helada mejilla, cada vez más lento mientras esta comienza a cristalizarse, lo que hace al instante abandonar el rostro del vikingo, y al tocar la nieve la avalancha cambia su curso, rodeando a todos los presentes, formando muros y un techo, un trono y meses rebosantes de comida y bebida, canticos y risas comienzan a surgir del helado aire.
Pronto vikingos como vikingos honorarios están en un gran salón lleno de legendarios guerreros riendo, cantando y peleando por diversión. Ragnar pone a Sigrun  en una de las mesas y entrega un cuerno lleno de hidromiel. “Ahora bebamos en honor de los grandes guerreros!” Dice mientras levanta su tarro apuntando a Malayerba y Tú. “Quienes algún día tal vez se atrevan a atacarme…”

No es ningún ataque sino un festejo onírico tras jurar que Sigrún puede usar su Willpower, sólo para que pueda estar en la fiesta.