[CTL] En las Calles de Barrio Antiguo

>>>En una de las calles del Barrio Antiguo, la misma noche del Formal de Invierno



La noche era fría.

Ese frío detestable y horrible que solo una ciudad cruel como Monterrey podría usar para castigar a los parásitos que la habitan. Un frío insidioso. Malvado. Húmedo. Profundo. Que roe tus huesos y siembra la enfermedad en tu cuerpo. Sobre los adoquines de la ciudad, un vagabundo encorvado y cubierto en harapos, camina con un paso rápido pero errático. Su voz, un murmullo constante que parecía el discutir consigo mismo de un demente, cara oculta debajo de un gastado sombrero de paja.

Para cualquier observador, solamente un loco sin techo ni provecho. Para el Feudo de la Espina Rota, el Brujo de los Amargos Vientos y Notario Cenizo.

Moisés Malayerba.

Y por primera vez en muchas noches, el miedo lo consumía.

"...es claro, es claro. No hay ninguna otra interpretación. Ninguna otra lectura. Debería ser imposible. IMPOSIBLE. No existe ningún registro de un Trod como este. Tan oculto. Tan grande. Tan conectado directamente a Arcadia. Pero ahí esta. Ahí esta y yo lo ví. Una puerta abierta de par en par con una hueste de pesadillas prontas a desatarse en cualquier momento sobre nosotros."

Se paro en seco, uno de sus pies dentro de un charco lodoso entre los adoquines, llevando una mano de dedos raídos a la línea seca que eran sus labios.

"Lo único que hace sentido es que la mano del Gran Adversario este detrás de todo esto. El ejército de pesadillas a sus espaldas. Y el Gran Señor montado en un corcel de plaga y desastre, sus fauces sedientas de nosotros, llegando justo a un reino protegido por nadie. ¡POR NADIE!"

A unos metros, un par de jovenes borrachos se espantaron ligeramente ante el grito. Al reponerse, se mofaron de el mientras apresuraron el paso escapando de la inquietud que generaba en sus adentros tan extraño sujeto.

"Debo de conferir con los otros. El Espejo de Plomo debe volcarse sobre tomos y libros y códices a exclusión de TODO LO DEMÁS y encontrar la manera en la cual detener esto. La alternativa es la perdición absoluta, si nosotros no encontramos el como frenar el Final, las puertas a Arcadia est-t-tarán abiertas de par en par y Ella ext-t-tenderá sus ramas y vend-d-d-dra por m-m-mi, mi Señora..."

Malayerba sacudió la cabeza y apresuró de nuevo el paso. Tenía que llegar al Formal de Invierno y hablar con Karlov. Demasiadas cosas estaban en juego. Y lo peor: estaba tartamudeando. Solo tartamudeaba cuando recordaba el toque ingente de su Guardian. Y como su Señora lo deshebraba, ligamento por ligamento, músculo por músculo.

Toque que mas pronto que tarde, podría sentir de nuevo.